Consejos, tips, acciones del buen agente inmobiliario
No es un título que se cuelga en la pared, ni un discurso que se emite en una búsqueda, la certificación del buen agente inmobiliario son los principios que rigen su conducta con los clientes, los cuales son su mejor y única presentación.
Las cualidades del buen agente, nos comentan desde la inmobiliaria Mazzei, es de una formación integral, información actualizada, y orientación ética en su comportamiento y desempeño con clientes e inmobiliaria para la cual trabaja.
En esta profesión del corretaje de inmuebles, hay muchos aspectos que se dan por hecho, pero que siempre están bajo observación.
En principio, el agente inmobiliario cuenta con una formación general, que le permite encontrar ventajas, desventajas que acomoden a su clientes, sea éste el vendedor y el comprador, debe conformar a ambos con una actuación que no ponga en duda la operatoria, ello implica informar, y estar al tanto de todas las funciones en las que su rol cobra importancia.
El agente inmobiliario intervendrá en compras, ventas, permutas, reservas, consultas de cualquier tipo de inmueble.
Deberá asesorar sobre aspecto financieros, hipotecas, préstamos, y todo tipo de opciones que el comprador tendré a su alcance, para la mejor concreción del negocio en beneficio de su cliente.
Tendrá conocimiento de los sistemas de alquileres y administración en general de inmuebles, así como de las contrataciones y pormenores que afectaren al valor del inmueble respecto al que asesora.
Cada operatoria, sobre todo en las actuales condiciones está sometida a diversos procedimiento de tramitación, ya sea por condiciones de compra, como de rentas, catástralo y otros temas que tienen que ver con asociaciones civiles, cooperativas y entidades inmobiliarias que pueden estar comprometidas en la operatoria.
La tasación del inmueble, peritajes de estado y otros aspectos que puedan afectar el valor, ya sea para bajar o subir el precio son competencia del agente inmobiliario y es su responsabilidad mantenerse al tanto de los pormenores que afecten al inmueble como negocio.
El agente inmobiliario está al servicio de su cliente, antes que del negocio, este código de honor no escritor, es la base fundamental para desarrollarse en esta carrera.
Capacitarse, informarse y tener como horizonte la buena fe, son principios fundamentales de esta profesión.
Luego de comprender cabalmente los principios rectores del profesional de corretaje inmobiliario, viene lo demás, prepararse, informarse, mantenerse al tanto de las novedades y alternativas como la mejor forma de mantener al cliente satisfecho con el servicio que se le presta.
Algunas cualidades adiciones que aportan un plus al perfil de este profesional, es la moderación, la reserva, la discreción con las operatorias de sus clientes se sobreentiende, pero a veces, la auto publicidad para conseguir nuevos clientes se confunde con emitir juicios, o comprometer información en desfavor de un cliente.
Comprometer la negociación de un cliente involucra la propia reputación, y nada es más frágil en el negocio inmobiliario que la confianza.
Tratos justos y reglas claras en los ámbitos de incumbencia del agente inmobiliario es uno de los ejes de su carrera.
El agente inmobiliario tiene claro la relación con el cliente, con el público, con los colegas, con las instituciones inmobiliarias, y con el negocio en general.
No es fácil crearse como un buen agente inmobiliario, lleva tiempo, experiencia y apoyo de inmobiliarias que no son fáciles de conseguir, de manera que mantenerse en el camino correcto, aún con la mínima operación es la mejor forma de empezar y seguir creciendo con el horizonte de la ética intachable.
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